UN LIBRO
Si escribo un libro, corrige mis faltas
y haz que no muera en polvo, por favor,
que no se amargue en una estantería, échalo
a volar, que viaje lejos hasta un corazón
que lata fuerte y no sepa de mí; como un corzo
corriendo hacia el arroyo huyendo del miedo,
a ratitos me ocupo de esas cosas que a diario
no se perciben porque son una hoja de fresno,
un grano de sal nadando en el mar o un zapato
sin cordones, y pinto mi autorretrato;
deseo que el olvido recuerde no venir.
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