EL PASO HERIDO, DE DIEGO JEREZ
Sabía que la primera publicación de Diego Jerez era inminente, así que le envié un sms felicitándole y excusándome por no poder ir a la consiguiente presentación del libro debido a que Almería, su tierra, me pillaba un poco lejos. Dieguito, siempre tan amable conmigo, me contestó: "Tranquilo, Cerro, por ti soy capaz de presentar en tu ciudad y hacer que mis parientes, amigos y fans se hagan unos seiscientos kilómetros de carretera". Y así fue como Diego Jerez, el de Almería, dejó con los dientes largos a su Mojácar y presentó su libro El Paso Herido en mi Toledo, justo al lado de la Catedral, lugar donde le dio el punto de apacar su choche. En fin, cosas que tienen los buenos amigos... vamos, que me tocó ir al recital.
La presentación estuvo muy pero que muy bien, en especial los vinitos y la suculenta cena a la que nos invitó tras ella; también disfruté mucho junto con Pokito y Pakito leyendo varios poemas de otros autores que no eran Diego y charlando con la gente tan maja y salá que allí se congregó (un beso a cada uno). Lo pasamos de miedo, la verdad. No veáis qué risas cuando al ir con Diego a montar a su coche, éste, como si de un verso corregido de un soneto se tratase, había transmutado en pegatina de "Grua".
En cuanto al libro, bueno, ¿qué queréis que os diga? Opté por robarlo y hacer que el autor me lo firmase, que nunca se sabe lo que un libro autografiado puede llegar a valer en Ebay. Vosotros sed buenos y compradlo, es de la Biblioteca CYH.
Aquí abajo os dejo dos magníficas muestras de las manitas y el corazón que tiene Diego Jerez, comprobaréis al leerle por qué no me hace falta hablar sobre su libro o sobre la alegría que siento al ver que le han publicado, ¡que ya era hora!
ESCRIBO A MEDIA LUZ Escribo a media luz, a medio aliento, a medio paso de tu imagen clara, y cierro los ojos para no verte. Y así te sueño a oscuras, y te invento distante al ruego de mi voz avara, dormida y misma, pero sin tenerte.
Escribo a media lágrima del llanto, a media vida casi, a media muerte, temiéndote alejada de mis horas... y susurro a veces - ¡te quiero tanto! -, entonces temo que tu voz despierte y pregunte - ¿Cariño, por qué lloras?
| LA INVITACIÓN ¿Quieres pasar? La noche está callada... Escucha el leve son de nuestro aliento y el beso que promete sobre el viento la muda excitación de tu mirada.
La sed la ha de calmar la madrugada. Quitémonos la piel de puro intento. - Los dos sabemos que éste es el momento. - Hagamos el amor... no digas nada.
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6 comentarios
Cerro -
Un abrazo.
Lau -
Cerro -
Gracias por pasar.
Un besazo.
Cerro -
Lau -
Un besazo.
Intenté entender desde el otro día tu post anterior, pero deseché la idea al tercer párrafo. Ufff
besoss
El empecinado -