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Cerrolaza

EL ALMA TORPE (El Lechero y el Diablo)

EL ALMA TORPE (El Lechero y el Diablo)

Fue una noche singular:

nadie lo vio exactamente,

pero saben que el lechero,

harto de mil sueños rotos,

se fue hasta el cementerio.

 

Allí, con pala, a cavar

hasta agrietarse las manos,

hasta tocar los gusanos,

hasta en el infierno dar.

Llegó y firmó tres contratos

con sangre y ojos de sal,

mirando de frente al mal,

al que temen los beatos.

 

Uno para abastecer

de leche la tierra toda;

otro para merecer

a la amante de su boda;

y otro para no caer

con su cántaro de nuevo

- “que soñar es lo que quiero,

ten mi alma, Lucifer” -.

 

El diablo, sonriendo,

que se fortaba las palmas

pensando en la nueva alma

blanca y limpia del lechero.

Y tan contento iba él,

saltando por sus infiernos,

que no vio la piedra en medio

y se cayó en un traspiés.

4 comentarios

Lau -

jejejej me encanta cerro, un gustazo leerte

Espuma -

¡ejem!... por si quieres darte una vuelta... ;)


el-andurrial-del-ripio.blogspot.com/

Espuma -

Je,je,je… qué gusto leerte, Cerro. ]:-)


Ayayay, pobre lechero
y pobre de Lucifer
por piedad, digo al primero,
y al otro por memo ser.
¿Cómo no se fue a caer
en uno de sus calderos?

}:-(

Sofi -

Ay este Luci, a ver si mira por donde va...

besos.