Un Ángel volando
Cuando el viento resopla en los rincones
de la celda del cuerpo ya cansado,
Angelito González, angelado,
se nos marcha volando en sus canciones.
Fue un tahúr con el as de corazones
escondido en la manga, agazapado;
otra vez fue y tomó el camino helado,
de nuevo nos ganó a pares o nones.
Con sus manos sembraba campos blancos
de sus trigos de versos de agua clara;
descansaba corriendo sin violencia,
paseaba sentándose en los bancos;
no podemos vivir en la algazara,
porque andamos muriendo por su ausencia.
1 comentario
Mj -
Siempre Angel, Angel González. Me emociona ese poeta, siempre lo hace.
Besos, al Sur