SOLEDAD Y PERRITO
Es posible que, durante el amanecer de un sábado cualquiera, la soledad encontrase a su amante, el perro. Es posible que juntos fuesen a ladrar al viento, a las nubes y a los noctámbulos que marchaban a su casa. La soledad, seguramente, se apellidase Desierto y el perro, por descontado, no tenía nombre de pila, por lo que Sole le apodó Perrito. Soledad y Perrito llegaron a parecer multitud, aunque nunca se hicieron verdadera compañía.
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alma -
Té la mà Maria -