EL INFIERNO ESTÁ LLENO DE BUENAS INTENCIONES
Anoche vi un dragón sobrevolando el campanario. Tenía mil patas, siete cabezas y muy malas intenciones. De repente, dos de sus catorce ojos se fijaron en mí y, en un pestañeo, tenía al dragón en mi terraza observándome. Con siete voces aterradoras a coro me dijo: "Me llamo Mundo". Así que podemos decir, sin temor a equivocarnos, que el Mundo está lleno de malas intenciones.
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Lau -
Té la mà Maria -