LA OTRA NOCHE
Despierte el alma el recuerdo,
tranquilo, lento, pausado,
de tus ojos;
que tu manzana no muerdo,
ni las flores han llenado
besos rojos;
que se me fueron los días
y se me ha escapado el aire
por tu amor;
que no recibo alegrías,
ni es de recibo el donaire
sin color.
II
Las cigüeñas han pasado,
desviadas de su rumbo,
por Chad hoy;
París, dicen, ha llorado;
ante el asombro me tumbo,
y así estoy.
Horizontal veo el viento
caminando hacia las nubes
de pasada;
desde mi cama me invento
que tú hacia mi cuarto subes
como un hada.
III
Nunca pasó lo que vino
ni llegó a pasar lo nuevo
de una vez,
nunca encontré mi destino,
mas pasé por Sarajevo,
guerras diez.
Sé que no existen miradas,
ni caricias sin tus manos,
cabalgando,
ni habrá mar sin tus pisadas,
sigo tus besos cercanos
deseando.
IV
Que tus besos están cerca,
tan cerca que se han pegado
como un sello,
como el tornillo a su tuerca,
o la horquilla deja atado
tu cabello.
Que los huesos se me calan
al tocar tu piel de avena
y avellana;
que por mis piernas escalan
cinco dedos de cayena
a la aduana.
V
¿Cuántas cosquillas dormidas,
bostezando en la mañana,
despertamos?
¿Cuántas sábanas vencidas,
que nos silbaban la nana,
arrugamos?
¿Qué fue del despertador,
de las horas de trabajo?
¿Se marcharon?
Fue que nos quemó el calor
y los besos a destajo
nos calaron.
VI
Fue tu miel de contrabando,
fueron tus uñas en guerra
con el hielo;
que nos fuimos acercando
hasta el centro de la tierra
y hasta el cielo.
Fue un invierno a bocajarro,
fueron bufanda, jarabe
y manopla;
fue el verano y fue el cigarro;
tanto fue que ahora no cabe
en mi copla.
4 comentarios
Cerro -
Äfrica -
Es imposible que lo que fue o es tanto quepa en unos versos.
Estos deberían ser infinitos, ir de la mano con cada sentimiento durante el tiempo que se siente.
Y es que cada pensamiento regalado es un verso.
Äfrica
Té la mà Maria -
besos
Espuma -