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Cerrolaza

¡QUE NO SE OS ESCAPEN LOS SUEÑOS! XVI

¡QUE NO SE OS ESCAPEN LOS SUEÑOS! XVI

XVI (Lo sé, lo sé, éste es de hace un tiempito, pero es que ando algo vaguete este verano).

Como las cosas malas de esta vida provienen siempre del cielo, escuché la voz de mi pareja desde el piso de abajo. Sus jadeos llegaron de arriba, del dormitorio, estaba con otro tipo. Al verme en la puerta, mirándolos, callado, se quedó inmóvil. El tipo cogió su ropa desperdigada por el suelo y salió de la habitación y luego de la casa con el rabo entre las piernas. Ella estaba tan bonita, desnuda, despeinada, sudorosa, caliente, que no pude resistirme y le hice el amor con frenesí.

Encendí un cigarrillo. No dije nada. Ella tampoco. Disfrutamos el momento como si nada hubiera pasado, sólo aquel magnífico instante de pasión desenfrenada que hacía años teníamos a diario y que se había ido apagando como una vela se consume por el paso del tiempo. Acabado el pitillo le dije: “Gracias, cariño, me has devuelto a la vida”. Y ella me respondió: “Lo sé, lo he notado, amor”.

A veces hay que bajar del cielo para subir a la tierra. A veces hay que odiar para volver a amar.

4 comentarios

Lau -

yo no lo había leído, y me ha encantado!!!!

Pablo -

Te conocí con esta serie. Y me sigue gustanco como aquel día. Lástima que no te prodigues más en este tipo de textos.

Un abrazo.
Pablo.

Gladys Fuentes -

Ya lo había leído Cerro, pero fue lindo recordarlo.
Y no importa que estes de vago con este agosto, ya te desquitarás, digo yo.

Té la mà Maria -

a veces recordar el pasado o un artículo como es este caso nos lleva a hacer un repaso de nuestra vida, saludos y buenas vacasiones si las haces de tus amigos de Reus Catalunya