Blogia
Cerrolaza

APUESTA VIDAS

APUESTA VIDAS  

Casi cincuenta años

bajo la sombra de su bigote, ella;

sobre las curvas de sus rodillas, él;

una mesa coja, regalo de boda,

y siete comidas a repartir en otros tantos días.

 

Y no estoy hablando de amor.

 

Dos hermanos hijos de un mal portero;

el mayor cambió sus vidas,

el menor, al movimiento desapercibido,

como las hojas o las bolsas del Día (cinco céntimos de plástico),

se balancea en un huracán enano que gusta del baile lento.

 

Y no estoy hablando de amor.

 

Cien sueños desesperados

enterrados en rutina y besos incoloros,

igual que el agua de abril

cuando se ha pasado la adolescencia.

Y el paseo de los domingos sigue temblando

con un nudo en la garganta,

sin voz, sin sabor, sin agüita de mar ni de océano.

 

Y no estoy hablando de amor.

 

Bodas de hijos, nietos, perros,

alergia a los gatos y abandono de estudios,

empleos y cuberterías de Ikea,

cuando el tiempo se pierde jugando a ser un niño

que corre y vuela y salta sobre los charcos del horizonte;

no hay vuelta de hoja

ni divorcio de las autopistas que surcan las caras

alegres, amargas,

a veces, a ratos,

de una pareja en la que han nacido el respeto,

el tiempo y el pasado.

 

Y no estoy hablando de amor.

 

Luego, la memoria

- jugadora empedernida de póker -

apuesta vidas sin pestañear

y pierde seis veces pensando en un tres doble a los dados,

pero las cartas no tienen forma cúbica

y el olvido es un crupier con muy buen porte.

La banca siempre gana.

 

Y no estoy hablando de amor.

4 comentarios

El empecinado -

¿Tienes un primo en Murcia?

El empecinado -

Bueno de cojones, sí señor.

Cerro -

Hola, primo,
Me alegro mucho de verte por aquí. Un abrazo enorme desde La Puebla.

jose -

Andaba paseando por la red , investigando, curioseando y me he topado con esta pagina de un gran poeta que para más inri es primo del abajo firmante
la añado a favoritos¡
>besitos desde murcia