Blogia
Cerrolaza

ECHÓ EL CANDADO

ECHÓ EL CANDADO

Ganó tres alfileres y una gota

de sangre en el meñique;

firmó el papel, dejándolo por nota:

“cierro por vacaciones la boutique”.

 

Cerró; echó el candado y, cual gaviota

con un gesto alfeñique,

voló del vaso tibio al alambique,

botando como bota una pelota.

 

Sus ojos fueron cuatro eternamente,

sus huellas de culebra,

su sitio preferido fue Ginebra;

 

la tónica, recuerdo vagamente,

era sentirse al borde de la quiebra,

bañando su nostalgia en aguardiente.

2 comentarios

Elempecinado -

Magnífico.Posee una musicalidad encantadora. Cuando he llegado a "botando como bota una pelota", he visto dentro de mi cabeza la pelota botar. ¡Qué gusto me ha dado volver a leer por aquí! Gracias.

Te la ma Maria -

echale una mano que empieza, gracias
http://mansdor.blogspot.com/